En esta sección, podrás conocer las historias de personas que, como tú, necesitaban sanar física o emocionalmente, y cómo la Biosinapsis Homeostática y sus técnicas, consiguieron ayudarlas a sanar por completo. Son casos reales de consultantes y pacientes que he tratado de manera personal en mi consultorio y me dieron su permiso para publicar sus testimonios.
Don Augusto
Tal vez, la historia que más me impactó, fue la de Don Augusto, de 63 años, al que atendí por un problema grave de Diabetes Tipo 2.
Antes de que la familia de Don Augusto se comunicase conmigo, pasó casi un año de hospital en hospital sin mejoría alguna en su diabetes. De hecho, llegó a estar tan grave, que tuvieron que amputarle la pierna derecha a la altura de la rodilla por complicaciones por ‚pie diabético‛.
El pie diabético se caracteriza por tener alterada la circulación sanguínea y/o por la alteración de las terminaciones nerviosas. Estas situaciones combinadas con un mal control glucémico (glucosa alta en la sangre), calzado inadecuado y unos hábitos de cuidado del pie inadecuados pueden determinar la aparición de graves complicaciones.
Esta es la razón por la que el pie diabético es considerado medicamente como un ‚pie de riesgo‛, que como en el caso de este consultante, termina en amputación de la zona afectada.
Una vez aclarado lo que es el ‚pie diabético‛, volvamos a la historia de mi consultante.
Además de su diabetes, el consultante tenía depresión, anemia, infección urinaria, ácido úrico, trombosis, y otras dolencias que hacía que se sintiera peor de lo que debería sentirse sólo con su diabetes, las cuales consiguió hallar la raíz emocional gracias a la Biosinapsis Homeostática.
Como Don Augusto había perdido una de sus piernas, era muy difícil realizar un rastreo completo utilizando la terapia de par biomagnético, tuve que utilizar varias terapias juntas para detectar la raíz del problema. ¿Por qué digo ‚identificar la raíz del problema‛, cuando el problema es Diabetes Tipo 2? Pues porque se ha demostrado que, sólo el 1% de los diagnósticos de Diabetes Tipo 2, son de diabetes verdadera. El otro 99% de los diagnósticos de diabetes, son de diabetes falsa, es decir, que la causa no es que el páncreas funcione mal, o que ya no genere insulina, sino que la causa puede ser una bacteria o un virus que impide el buen funcionamiento del páncreas o simula glucosa alta en la sangre. El caso de Don Augusto, era falsa diabetes (afortunadamente, pues la verdadera no tiene cura) provocada por un virus no identificado.
Hasta ese momento, Don Augusto tenía que tomar varios medicamentos para su diabetes, así como usar suero, inyectables e incluso oxígeno, debido a su deficiente estado de salud. Pero gracias al uso de la Medicina Homeostática, pude identificar cuatro posibles bacterias candidatas a ser la raíz de su diabetes, y finalmente, tras un par de sesiones, el consultante logró recuperarse de su diabetes. Cuando fue a una de sus revisiones, su médico endocrino notó la mejoría y no tuvo más remedio que quitarle los medicamentos para diabetes, pues vio que ya no tenía diabetes. El problema era que, su depresión, trombosis, ácido úrico e infección urinaria, seguían ahí, y eso hacía que se sintiera muy mal.
Como las terapias que utilicé anteriormente fueron muy efectivas, utilicé las mismas pero para eliminar los problemas antes descritos. Durante tres sesiones, no pasó nada. Seguía con sus dolencias sin ningún resultado favorable. Pero en la cuarta sesión, noté algo en lo que con había prestado atención antes… Me fijé que el color de sus uñas no era el normal (color rosado suave), sino que eran de un color blanco, como si estuvieran pintadas con esmalte. Ese detalle me llamó mucho la atención, así que investigué sobre cuál podría ser el problema. ¡Y lo encontré! Buscando en mis libros de consulta médica síntomas que tuvieran que ver con uñas de color blanco, encontré a un candidato perfecto: Hipoalbuminemia.
La hipoalbuminemia es un déficit de albúmina en la sangre, que se ve con mayor frecuencia en pacientes mayores. La albúmina es una proteína de la sangre. Los síntomas más comunes de la hipoalbuminemia son: pérdida de proteínas por los riñones, niveles altos de ácido úrico, trombosis, infección urinaria, depresión, anemia, y ¡sorpresa!, color blanco en las uñas.
Para explicarlo de manera sencilla, lo que le pasaba a Don Augusto era sus riñones (que es un filtro natural), estaban perdiendo proteínas debido a que no estaban fabricando bicarbonato de sodio. El bicarbonato de sodio lo fabrica el riñón de manera natural para evitar pérdidas innecesarias por la orina, o sea que el bicarbonato de sodio, trabaja como una ‚red‛ que impide que las proteínas salgan por la orina.
Así que, utilicé dos tratamientos para que Don Augusto mejore:
1) biomagnetismo médico para ayudar al riñón a que vuelva a funcionar correctamente, eliminando así sus problemas de infección urinaria y ácido úrico, y 2) una dieta natural basada en consumir alimentos ricos en proteínas vegetales, hierbas medicinales y consumo de bicarbonato de sodio.
El resultado fue casi inmediato. En menos de una semana, Don Augusto (que durante todo el tratamiento no podía ni siquiera levantarse de la cama, ni hablar, ni tenía ganas de comer), comenzó a mejorar. La semana siguiente al tratamiento, Don Augusto estaba tomando el sol en su patio sentado en su silla de ruedas, y hablando y riendo conmigo. Su recuperación fue total. Gracias al tratamiento que utilicé con él, se recuperó completamente, no sólo de su diabetes, sino de todos los otros problemas que tenía. Y hasta el día de hoy, sigue en perfecto estado de salud.
Daleth
Daleth estuvo ingresada en el hospital durante un año debido a que fue diagnosticada con Lupus Eritematoso Sistémico (LES). En esta enfermedad, el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error el tejido sano. Este puede afectar la piel, las articulaciones, los riñones, el cerebro y otros órganos. Daleth presentaba problemas en riñones y pulmones debido al LES, desde hacía siete años.
Durante todos esos años, Daleth siguió tratamientos basados en medicamentos químicos, que no la mantenían estable, pero no se recuperaba. De hecho, para la medicina moderna, el Lupus es una enfermedad incurable, pero la medicina natural tiene una o dos cosas más eficaces que la medicina moderna, ya que arranca los problemas de raíz, en lugar de anestesiar los síntomas.
Daleth estuvo sufriendo las consecuencias de su enfermedad por siete largos años, pero en lugar de mejorar, cada vez iba de mal en peor. Hasta que en 2017, tuvo que ser ingresada de urgencia en el hospital. Allí, durante todo un año, estuvo recibiendo un tratamiento diario experimental muy caro (casi 1500 dólares por día), que gracias a Dios, cubría su seguro médico. Pero no sentía mejoría. De hecho, estaba tan mal, que a sus padres los médicos le decían que no había nada m{s que hacer y que esperaran lo peor…
Un día, un amigo me presentó al padre de Daleth. Su padre, me explicó la historia de su hija, y de lo preocupados que estaban ella y su esposa por la salud de su hija. Su historia me conmovió, y quise ofrecerles mi ayuda, pues ya lo habían intentado todo, y nunca hubo una mejoría. Uno de los días que en el hospital le daban un par de días para descansar del tratamiento, Daleth y su padre vinieron a mi consulta. Cuando empecé a hablar con ella, le hice una serie de preguntas que la dejaron un poco confundida, pues le pregunté acerca de problemas emocionales que iniciaran cuando fue diagnosticada con Lupus, y eso la desconcertó un poco, ya que no entendía qué tenía que ver una enfermedad autoinmune con su estado emocional. Utilicé las preguntas clave de la Biosinapsis Homeostática.
Le pregunté lo siguiente:
‚Unos meses antes de que te diagnosticaran de Lupus Eritematoso, ¿hubo un acontecimiento que reuniese estas cuatro situaciones: Un acontecimiento inesperado, vivido en soledad, no verbalizado y sin solución aparente?‛
Daleth me dijo que sí, que había pasado algo con esas cuatro situaciones en esas fechas. Yo le pregunté:
‚Ese conflicto, ¿tenía algo que ver con no sentirte valorada por alguien cercano que te importaba y que hizo que tu autoestima baje tanto que te enfermó?‛
Con esa pregunta, Daleth ya estaba con los ojos abiertos como platos, como pensando ‚¿cómo sabe eso, es magia o qué?‛
Y no, no es magia. Es ciencia. En esta ocasión, utilicé Biodescodificación para hallar la raíz emocional de su enfermedad, porque como vimos en el capítulo 3 de éste libro, todas las enfermedades tienen una raíz emocional, y en el caso del Lupus Eritematoso, tiene que ver con un conflicto de desvalorización de la parte afectada + de derecho + a menudo, conflicto que afecta a los riñones (con líquidos). El conflicto emocional tiene que ver con un conflicto de desarraigo, de sentirse sola y abandonada. Este conflicto afecta al riñón, usando expresiones como: ‚Quiero separarme de esta situación o persona.‛ Los riñones son la sede de la convivencia y de la comunicación con el prójimo. Los dolores y afecciones de los riñones se presentan cuando hay problemas de convivencia, problemas de relación con nuestros semejantes. Esa es la explicación científica, y como ves, no tiene nada que ver con la magia.
Ella me explicó que cuando comenzó su enfermedad hacía siete años, se divorció de su esposo, y que tenían una relación tóxica que hizo que ella se sintiera muy poco valorada. Eso llevó a que bajara tanto su autoestima que su sistema inmunológico colapsó, enfermando con Lupus. Una vez localizada la raíz de su enfermedad, pude verificar que la raíz era totalmente de tipo emocional, no biológico. Es por eso que los medicamentos eran ineficaces en su caso.
Cuando Daleth pudo unir el motivo de su enfermedad con la parte emocional que no estaba solucionada en su interior, encontró la llave de su curación total. Le realicé una sesión de par biomagnético, y utilicé Tetraterapia Homeostática para, ahora sí, atacar la enfermedad. Le aconsejé también un tratamiento natural nutricional para que siguiera haciéndolo en su casa, y nos despedimos, ya que debía viajar unos días a su ciudad, a unos 650 Km de la mía, para después regresar al hospital. Esa fue la última vez que supe de Daleth hasta unos cuatro meses más tarde.
Cuando regresó a La Paz cuatro meses más tarde, Daleth me llamó y me dijo que quería visitarme. Así que con gusto, le dije que pasara por mi consulta. Junto con ella también vinieron sus padres. Cuando llegaron a mi consulta, Daleth me explicó que desde que vino la primera vez, comenzó a sentirse mejor, tanto así, que ya no volvió a internarse más en el hospital. Ese día había ido para un chequeo mensual de su Lupus, y acababan de comunicarle que había desaparecido completamente. Tanto ella como sus padres, estaban muy felices y muy agradecidos, pues por fin su pesadilla había acabado y ahora Daleth tiene una vida completamente normal.
Eli
La primera vez que Eli vino a mi consulta, vino acompañada de una amiga suya, porque no tenía ni ganas ni fuerzas para ir a otra terapia más. Llegó llorando, muy triste y sin ganas de luchar. Durante más de un año, Eli presentaba una depresión crónica muy fuerte. Había probado de todo: psicólogos, psiquiatras, medicamentos químicos, todo sin resultado alguno. Cada vez estaba más hundida en la tristeza y por todo y por nada lloraba y se sentía mal. Su familia tampoco era de mucha ayuda, pues estaban cansados de verla llorar por todo y la tenían como loca y exagerada, cosa que a Eli le perjudicaba todavía más, empeorando su depresión.
En esa primera cita, hice con ella una sesión de Biosinapsis Homeostática, para hallar la raíz original de su trastorno depresivo. Y lo que encontré fue que, su depresión venía de mucho tiempo más atrás que del año que decía que la tenía. Resulta que llevaba arrastrando su depresión sin saberlo desde hacía 22 años, pero empeoró desde hacía un año. Una vez detectado el origen, estuvimos trabajando en su restablecimiento, utilizando Psicoterapia en Biosinapsis, par biomagnético, Tetraterapia Homeostática, y sobre todo un cambio drástico de hábitos en su alimentación, pues me explicó que su alimentación consistía básicamente en comida basura (frituras, gaseosas, dulces, etc).
Cuando hay una mala alimentación, es muy normal que afecte a personas sensibles emocionalmente, y pueda provocar trastornos como depresión, estrés, ansiedad, e incluso esquizofrenia o trastorno obsesivo compulsivo. Pero al cambiar los hábitos alimenticios por una buena nutrición, la persona mejora considerablemente e incluso puede llegar a curarse completamente. Durante su tratamiento, también trabajamos mucho con su autoestima, su manera de ver las cosas, y cómo poder sentirse útil y valorada con los demás. Eli puso mucho de su parte, y se tomó muy en serio su parte de responsabilidad, ya que el 80% del éxito del tratamiento depende del consultante, y sólo un 20% depende del terapeuta. ¿Por qué? Porque si el terapeuta ofrece un tratamiento, unos cambios de hábitos, un cambio de alimentación, un cambio de pensamiento, pero el consultante no lo pone en práctica en su diario vivir, es imposible (o al menos muy difícil) que pueda recuperarse completamente. Pero Eli estuvo dispuesta a curarse para siempre, y así lo hizo.
Cuando llevaba apenas cuatro sesiones, Eli notó una mejoría impresionante en su estado de ánimo. Cada vez lloraba menos, cada vez se valoraba más a sí misma, y cada vez se sentía más útil con otras personas. Incluso comenzó a animar a otros conocidos que tenían un problema como el suyo, lo que hizo que su autoestima creciera más y se sintiera más útil.
Después de dos meses y medio de terapia, le di el alta a Eli, pues noté que era una persona totalmente distinta a la que llegó por primera vez a mi consulta. Ahora, la notaba alegre, optimista, con ganas de vivir. En lugar de encerrarse en casa a llorar, ahora hacía deporte tres veces por semana, se sacó la licencia de conducir, y se convirtió en una persona muy activa.
El caso de Eli no es el único, pues he podido ayudar a muchas personas en una situación similar con éxito, como explicaré a continuación.
Zuleyka
Una chica joven, con una buena profesión y muchas ganas de hacer cosas por los demás, pero con un problema que no podía controlar: Trastorno Obsesivo Compulsivo, conocido simplemente como TOC.
Zuleyka vino por un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) homosexual. Antes ya había tenido otros tipos de TOC, pero aparentemente los ha solucionado. El que ahora tiene (TOC homosexual) se trata de que ella piensa que tiene la voz demasiado grave, no puede ponerse nada de color azul, ni ninguna cosa que, según ella, parezca para hombre. Pues su temor obsesivo es convertirse en un hombre y dejar de ser femenina, lo que le provoca una gran ansiedad. El caso de Zuleyka es bastante común, pero desgraciadamente, desde que el colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) comenzó a pedir y reclamar su propios derechos privados, y atacar a cualquiera que estuviera en contra de ellos, muchas personas (sobre todo adolescentes y jóvenes), han empezado a tener una gran confusión con su propia identidad sexual o de género, lo que ha causado que, muchas personas con una clara orientación heterosexual, empiecen a tener dudas sobre su sexualidad y preferencias sexuales.
La diferencia ente alguien que tiene verdaderas preferencias del colectivo LGBT y alguien que tiene TOC homosexual, es que el primero siente que su preferencia sexual necesita salir de su interior para sentirse feliz, pues esconderla le hace sentirse culpable, amargado o infeliz. En cambio, una persona con TOC homosexual, sufre mucho porque su mayor temor, infelicidad, preocupación y sufrimiento consiste en que se siente obligado a aceptar una condición o preferencia sexual que en realidad no tiene, sino que es su TOC quien le hace creer que la tiene. Y eso es lo que le pasaba a Zuleyka.
Cuando comenzó su trastorno, fue a psicólogos que lo único que le decían era que ella tenía que aceptar su preferencia sexual, y así dejaría de sentirse mal. Pero en lugar de sentirse mejor, el sólo hecho de pensar en cambiar de sexo, le hacía sentir peor y más hundida en su TOC, y su ansiedad incrementaba en lugar de disminuir.
El problema con la mayoría de los psicólogos, es que dan su opinión o consejos, más influidos por la sociedad en la que vivimos que preocupados por ayudar a su paciente.
En el caso de la Biosinapsis Homeostática, al igual que con el coaching, el Psicoterapeuta en Biosinapsis no aconseja ni da opiniones personales, mucho menos juzga al consultante, sino que su trabajo consiste en ayudar al consultante a encontrar su propia respuesta dentro de él mismo. Para eso, se utilizan preguntas bien pensadas que ayudan al consultante a ver desde otra óptica su situación y encontrar soluciones para mejorar e incluso eliminar su problema.
Con Zuleyka, además de Biosinapsis Homeostática, utilicé otras técnicas, como PNL, Tetraterapia y Par Biomagnético que le ayudó a encontrar el equilibrio entre los pensamientos intrusos que le provocaba su TOC y la lógica para sentirse como cualquier persona normal. En apenas dos meses, la mejoría fue enorme, y hoy en día, Zuelyka lleva una vida completamente normal, demasiado ocupada para que su TOC la siga molestando, feliz con sus preferencias, y haciendo lo que le gusta: ayudar a los demás.
Me gustaría poder contar más historias como estas, pues tengo cientos de ellas, pero el tiempo no lo permite. Espero que estas historias te hayan llegado al corazón y que al menos hayan hecho que medites en lo que has leído hasta ahora y veas que realmente estas terapias sí funcionan y tienen excelentes resultados.